Las libélulas Pantala flavescens de Texas, el este de Canadá, Japón, Corea, India y Sudamérica tienen algo en común: sus perfiles genéticos son tan similares que los científicos han encontrado una solución común. Estos insectos recorren miles de kilómetros alrededor del mundo, reproduciéndose entre ellos y creando una reserva genética global.
A pesar de lo que pensamos, no son las grandes aves, ni siquiera las ballenas, las que viajan más lejos, sino estas libélulas Pantala flavescens. Según un estudio publicado en PLoS ONE, pueden volar 7.000 kilómetros durante su migración, cruzar océanos enteros y desplazarse de un continente a otro. Los científicos llegaron a esta conclusión basándose en un primer análisis de los genes.
«Si las libélulas norteamericanas sólo se aparearan entre sí y las japonesas sólo con libélulas japonesas, habríamos visto diferencias genéticas entre las dos poblaciones. Pero no vimos ninguna diferencia, asumiendo que los genes se mezclan a lo largo de grandes distancias geográficas», dijo Jessica Wahl, autora principal del estudio e investigadora del Departamento de Biología de la Universidad de Rutgers, en Estados Unidos.
«Gracias a la evolución de sus cuerpos, estos «cosmopolitas» han podido completar su viaje con éxito». Sus alas tienen una gran superficie, lo que les permite utilizar el viento para impulsarse, explica Weir: «Agitando las alas, cubren largas distancias con un gasto mínimo de energía.
Movimiento ininterrumpido – libélulas Pantala flavescens
Hasta ahora, los científicos han rastreado cómo estos insectos viajan desde Asia a través del Océano Índico hasta África. El autor principal e investigador Daniel Traster, de la misma universidad estadounidense, analizó muestras de ADN en el laboratorio de Jessica Wahl y descubrió que los movimientos de las libélulas dependen del tiempo». Viajan de la India a África una vez al año durante la estación seca», dice Troaster.
Pero hay una explicación: necesitan humedad para reproducirse. Ware cree que esta es la razón por la que estas libélulas Pantala flavescens se embarcan en su peligroso viaje, que él llama «una misión suicida». La especie depende de ello. Aunque muchos de ellos mueran en el camino, si unos pocos sobreviven, la especie sobrevivirá«, afirma.
El equipo también ha demostrado que existen diferentes patrones de vuelo. Las rutas más difíciles que eligen las libélulas Pantala flavescens son aquellas en las que no hay paradas. Utilizan las fuertes corrientes de aire, incluidos los vientos rápidos, para desplazarse. A otras libélulas no les importa dónde aniden, incluso en una isla remota en el océano, siempre que haya una fuente de agua dulce. Al cabo de unas semanas, estas crías se embarcan en un viaje intercontinental que abarca varias generaciones. Pero muchas de sus rutas están aún sin determinar. Hasta cierto punto, sigue siendo un misterio, pero estas libélulas realmente, dan la vuelta al globo terráqueo y lo hicieron antes que los mas intrépidos exploradores humanos.